La alta desinfección es un aspecto crítico del control de infecciones en los diversos entornos del sector real de la economía como son: el sector salud, sector farmacéutico, sector agropecuario, sector alimentario, sector transporte, sector institucional y sector doméstico. Desempeña un papel crucial en la prevención de infecciones cruzadas, que ocurren cuando patógenos, como bacterias, virus y hongos, se transmiten de una persona o superficie a otra. Las infecciones cruzadas pueden provocar brotes de enfermedades y plantear riesgos importantes para la salud pública.
En los entornos sanitarios, las prácticas estrictas de desinfección son fundamentales para proteger a los pacientes, los trabajadores sanitarios y los visitantes. Las infecciones adquiridas en hospitales (HAI) son una preocupación importante y, a menudo, son el resultado de la transmisión de patógenos dentro del entorno sanitario. Las superficies de alto contacto, los equipos médicos e incluso las manos pueden contaminarse con microorganismos dañinos. Se diseñan protocolos de desinfección eficaces para eliminar o reducir significativamente estos patógenos, minimizando el riesgo de infecciones cruzadas.
Asimismo, es el caso de la industria de productos para consumo humano y animal en la que las áreas de producción y las áreas o recintos cerrados, deben estar dispuestas locativamente para que desarrollemos productos inocuos y libres de contaminación y para que el ambiente sea adecuado para las personas que acuden a estas áreas, pero en muchas ocasiones se obvian circunstancias y procedimientos relacionados con la limpieza y desinfección que hacen que no consigamos los resultados que queremos y necesitamos para tener los índices de productividad y beneficios presupuestados.
Los elementos clave de una alta desinfección incluyen:
- Infraestructura: La ubicación de la locación a desinfectar, así como sus condiciones locativas son muy importantes a la hora de minimizar los riesgos de contaminación, toda vez que el ambiente externo puede tener contaminantes que están fuera del control del establecimiento a desinfectar y si no tiene las condiciones locativas adecuadas que minimicen el ingreso y proliferación de estos patógenos habrá una gran probabilidad de contaminación permanente.
- Control integrado de plagas: las plagas urbanas son un vehículo por excelencia de contaminación cruzada, esto sumado al punto anterior, donde si la edificación no tiene los bloqueos de ingreso para estas plagas, cualquier desinfectante o procedimiento que se use será inútil.
- Personal Manipulador: Adicionalmente al uso de la indumentaria adecuada para ingreso a estas áreas y el uso de sus elementos de protección, es vital que el personal tanto sanitario, como en la industria guarde las instrucciones de ingreso a las áreas críticas, como cambio de ropa, uso de batas desechables especiales, paso por pediluvios, etc y acostumbre el lavado adecuado de manos; las manos son un gran vehículo para microorganismos como Salmonella, E. Coli y norovirus, entre otros.
- Materia Prima y Material de empaque: Todo elemento que se ingrese a las áreas de producción o críticas para el sector salud, y demás locaciones requieren altos estándares de asepsia, debe ser previamente desinfectado, a menos que se conozca su cadena de tránsito y haya seguridad al momento de su ingreso, porque el transporte puede haber estado expuesto a contaminantes y estos van a ingresar a nuestras áreas que queremos inocuas.
- Protocolos de Sanitización Adecuados: Los buenos protocolos son muy importantes en la consecución de los resultados esperados, allí se definirán los procesos, las frecuencias, así como la selección adecuada de los productos y principios activos desinfectantes, que se hace de conformidad con las necesidades de asepsia requeridas y la oportuna solución de las contingencias que se presenten y también se definen los elementos, que deben ser marcados y clasificados por áreas.
- Ambiente: No menos importante es el ambiente, el cual se puede contaminar fácilmente por exposición al ambiente exterior, o por los sistemas de ventilación o acondicionamiento ambiental como los aires acondicionados, es por esto que como complemento de la desinfección de superficies por contacto se debe contemplar un método de desinfección ambiental con productos adecuados y estabilizados, que no humedezca y alcance todos los lugares del recinto donde no llega la mano.
Además de, en los entornos sanitarios, las prácticas de alta desinfección también son cruciales en los establecimientos de servicio de alimentos para prevenir enfermedades transmitidas por los alimentos. Desinfectar adecuadamente las superficies, los utensilios y el equipo de cocina de preparación de alimentos puede ayudar a prevenir la propagación de bacterias dañinas como Salmonella y E. coli.
En el hogar, una alta desinfección es fundamental para proteger a tu familia de diversos patógenos, especialmente durante las temporadas de gripe y resfriados. Desinfectar periódicamente las superficies que se tocan con frecuencia, como los pomos de las puertas, los controles remotos y los accesorios del baño, puede reducir el riesgo de que las infecciones se propaguen entre los miembros del hogar.
En conclusión, una alta desinfección es un componente crítico del control de infecciones, cuyo objetivo es prevenir infecciones cruzadas en diversos entornos. Al implementar protocolos de desinfección efectivos y seguir prácticas adecuadas de limpieza e higiene, podemos reducir significativamente la transmisión de patógenos, contribuir a un ambiente más seguro y saludable para todos, minimizar las pérdidas en la industria por producto contaminado, así como también en el sector salud minimizar los riesgos de reingreso de pacientes por contaminación cruzada.
